Hoy dejo de fumar

Relato ganador escrito por josé Manuel Pereira:

Aquella noche estuvo preñada de extraños acontecimientos: hubo luna llena color sangre, el aullido de un lobo rasgó el silencio noctívago, nació un ternero bicéfalo y en la televisión pusieron una película española que era buena. Cuando amaneció, tras mucho reflexionar, concluí que todos aquellos sucesos paranormales eran en realidad un mensaje subliminal que sólo podía indicar una cosa: que debía dejar de fumar. Y me puse a ello. Llamé a mi cuñado Rafael. Mi cuñado, para el que no lo conozca, es toda una eminencia en la materia, no en vano ha intentado dejar de fumar no menos de 250 veces. Así pues, y basándome en su impresionante currículum, le pedí consejo, pero para mi desgracia no entendí nada de lo que me dijo por dos motivos principales: A) porque peca de abstracto en sus explicaciones y B), porque termina todas las frases con la expresión “con dos cojones” y eso, se quiera o no, descentra mucho. Decidí entonces ir al médico. Me hizo unas recomendaciones que a priori me parecieron sensatas, pero hete aquí que aquel felón me despide con una sonrisa llena de dientes de color amarillo-nicotina. Me sublevé y creí pertinente no confiar en él por fariseo, hipócrita y político. Al borde de la desesperación, le conté a mi mujer mis cuitas y ella, casi sin pensarlo, dio con la solución: “cariño, si vuelves a fumar te parto las piernas”, me dijo. Y, por supuesto, dejé de fumar. A mis amigotes les aseguré, parafraseando a mi cuñado, que lo hice “con dos cojones” pero en realidad lo hice “acojonao”.